viernes, 28 de octubre de 2011

Una Deuda Que No Se Acaba. ¿Quién Debe A Quién?



El espíritu de las Navidades....., digo, eehh.....de los países deudores.

A continuación, daré paso a relatar una historia, una historia que nos haga reflexionar.
Esta Historia trata de profundizar en las razones de las desigualdades entre el Norte y el Sur, que todo en su conjunto lo llamamos Globalización. Como todos sabemos, hoy en día todos nos podemos comunicar con personas de otros países, podemos conocer diferentes culturas de la nuestra y tener información de diferentes situaciones que ocurren en el planeta y poder actuar inmediatamente si uno desea.

 Pero, en el tema económico no está teniendo unos  efectos muy positivos. Está claro, que la economía mundial está creciendo, pero sólo en algunos países y esto conlleva a que este crecimiento no acompañe a un bienestar justo para la población mundial, por lo que, cada vez, la gente sea más pobre a nivel global. Así que, esta es nuestra realidad, que a principios del siglo XXI aporx. 1300 millones de personas viven con menos de un euro al día, y 2800 milllones con menos de dos euros diarios. Miles de millones de personas que día a día trabajan, sueñan, sufren, intentan ser felices y tratan de sobrevivir.

HISTORIA

¡Vaya sueño tuve anoche! Me había acostado tarde estudiando el tema de la deuda externa. Estaba cansado y me quedé con una inquietud: ¿si los países pobres nos deben dinero a los países ricos, por qué no les obligamos a pagárnosla inmediatamente, y así nosotros podremos mejorar nuestros niveles de vida más aún?.

Sí, ya sé que siempre he sido un egoísta.

Así que no me eches la bronca y escucha. Esa idea era la que me rondaba la cabeza hasta que me quedé dormido. Luego, a una hora de la madrugada que no puedo precisar, sentí un escalofrío y me desperté. Mi cuarto estaba lleno de árboles inmensos, de animales salvajes, el suelo estaba lleno de petróleo con un olor nauseabundo y las paredes tenían el color oxidado del mineral del hierro. Uno de los árboles tomó una forma semi-humana y con unas de sus ramas convertida en brazo me indicó que le siguiera. Tío, era como el Cuento de la Navidad de Dickens, donde aparecen los espíritus de las navidades pasadas, presentes y futuras. Pues, el árbol empezó a hablarme y me dijo que era el espíritu de un árbol de la selva amazónica al que hace un siglo cortaron para hacer un mueble para la Reina de Inglaterra.

Yo no sabía sí estaba aterrorizado, o si me había vuelto loco, todo era realmente extraño. Pero lo que ocurrió después me dejó estupefacto. El árbol me indicó que me asomase a la ventana; y desde allí vi una imagen impresionante. Bajo un cielo oscuro, lleno de nubes que puntaban tormenta, vi un paisaje inmenso, parecía infinito.

En el vi la historia de la explotación de unos pueblos por otros, y entendí que es la base de la explotación hoy. Vi a los conquistadores españoles llevándose el oro y la plata de América. Vi a los comerciantes ingleses secuestrando africanos para convertirlos en esclavos para las plantaciones de algodón. Vi a ejércitos franceses y británicos invadiendo países de África y Asia para explotar sus recursos. Vi a grandes banqueros llenar sus cajas fuertes con obras de arte expoliadas a los países del Sur. Vi a grandes multinacionales que explotan a niños y les pagan una miseria.

Entonces entendí que esa idea con la que me fui a dormir era tremendamente injusta. Que quizás nosotros le debamos mucho más a los países del Sur, y que nuestra responsabilidad de hoy, acabar con esa Deuda y tratar de que las relaciones económicas sean más justas.

Hoy mismo ya he contactado con algunas ONGDs que tratan el tema para seguirme informando y ver qué puedo hacer.


FIN


Esta historia, como bien cuenta, nos hace pensar y nos da información sobre la deuda externa. La deuda externa es el dinero que los países del Sur deben a los bancos, a instituciones financieras internacionales y a los países del Norte. Esta deuda proviene de los préstamos que los gobiernos recibieron en el pasado y a los que no se han podido hacer frente. 
Me gustaría poner un ejemplo sobre las instituciones financieras internacionales, una de estas instituciones es el FMI (fondo monetario internacional). El FMI, es una organización que trabaja para facilitar las relaciones comerciales, promover políticas cambiarias sostenibles y sobre todo la erradicación de la pobreza. Bien, eso último estaría muy bien, si fuera del todo cierto. Pero las condiciones que impone el FMI en el pago de la Deuda Externa de los países empobrecidos, generan intereses insostenibles para los deudores y provocan ajustes estructurales; todo esto tiene consecuencias desastrosas para el desarrollo del Sur.

Si nos paramos a pensar, esta deuda si no se midiera en términos monetarios y se midiera en la cantidad de recursos naturales que nosotros, los países del Norte, hemos venido explotando desde hace muchos años, serían estos los que deberían millones a los países del Sur.

Por último, me gustaría aclarar que la riqueza que obtienen los países ricos se basa en una explotación histórica desde el colonialismo de los países que hoy en día, desgraciadamente, están empobrecidos; explotación que continúa mediante la Deuda Externa y el control de la economía por parte de las multinacionales. Y aún así, la gente culpable de esta atrocidad, se piensa que está siendo justa y contra más se llene el bolsillo de dinero mejor serán las cosas para ellos y no hay derecho.

Así que, si nos consideramos justos y queremos la justicia en nuestra sociedad y en nuestro mundo. ¿Quién debe a quién?.









Laura Fernández Izquierdo                                                                                                                     .                                                                                  

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