Me gustaría hacer una reflexión con todos y todas vosotras acerca del acontecimiento que tuvo lugar el pasado mes de agosto en la comunidad de Madrid.
Mucho se ha hablado de la visita de Su Santidad Benedicto XVI a España, pero yo quería enfocar este hecho desde una perspectiva, que quizás pocas personas han tratado.
Una imagen vale más que mil palabras |
Como otros tantos millones de españoles y españolas, al hacer uso del servicio público que representa radiotelevisión española, me he dado cuenta de una situación que no termino de comprender muy bien, y es la siguiente: El acontecimiento de la visita papal ha sido retransmitido de una manera prácticamente intermitente por todos los canales de la cadena estatal (si exceptuamos teledeporte) hasta el punto de que hubo muchos momentos, en los cuales el evento estaba presente de manera simultánea en los tres canales (la 1, la 2, y canal 24 horas).
Todo esto me conduce a formularme una serie de preguntas, tales como ¿El gobierno socialista del estado español opera con una doble moral? ¿Están los intereses económicos del aparato gubernamental por encima del laicismo del Estado? ¿Se nos vende la secularización de los poderes públicos cundo existen datos que demuestran un fuerte poder fáctico de la Iglesia?
Si contrastamos ciertos datos, y quizás este no sea el espacio apropiado para dar esta información, podemos comprobar cómo las aportaciones del Estado español al concordato con el Estado vaticano, no sólo no se han reducido, ni desaparecido, sino que han aumentado; por no hablar de privilegios “casi feudales” como el derecho de inmatriculación que permite a la Iglesia registrar propiedades de manera diferente al procedimiento que tendría que seguir el resto de la sociedad civil.
Significado de inmatriculación
Sin duda, el gobierno socialista de la nación, en esta coyuntura de crisis de valores y coyuntura económica en recesión, claudica ante la necesidad de mantener unos mínimos servicios en cuanto a protección social se refiere, y he aquí que organizaciones que van de la mano de la Iglesia católica, como Caritas Diocesana, entre otras, ejercen una acción fundamental a la hora de socorrer a aquellos sectores de población más vulnerables.
Todo lo expuesto anteriormente, me inclina a pensar en que el discurso ideológico de la izquierda, y su ataque frontal contra el catolicismo se derrumba cuando asciende al poder.
Con estas palabras no quiero posicionarme, simplemente quiero hacer ver lo que puede llegar a corromper el poder cuando se accede a él, independientemente de la ideología que te haya conducido a la largo de la vida, quedando siempre por encima ciertos intereses como los de preservar dicho poder de una supuesta protesta masiva si organizaciones gestionadas por la Iglesia, pero gestionadas con el dinero de todos y todas dejaran de existir y prestar sus servicios.
Sofía.
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