¿El principio del fin?

Tras más de 30 años de democracia y diez elecciones generales celebradas, tal día como hoy pero dentro de un mes, estaremos la mayoría de nosotros acudiendo a las urnas eligiendo un nuevo periodo político.

Se elegirán 350 diputados y 208 senadores, pero lo más importante que posiblemente ocurra y que una mayoría aplastante respaldará, según los últimos resultados de las elecciones autonómicas, es que el PP, hará realidad el dicho aquel que dice que a la tercera va la vencida.

Hay muchos que esperan que no pase lo inevitable.

La derecha se mantiene unida y siempre acude fiel a ejercer su derecho al voto, en cambio, la izquierda tiene el mismo dilema de siempre: votar al único partido que puede hacer frente al PP pero que no está ni siquiera cerca de sus ideales, o dar su voto a partidos que realmente sí pueden considerarse de izquierdas pero que al final con el recuento de votos acaban quedándose en nada.

El voto es secreto, y por lo tanto no desvelaré que opción será la elegida por mi parte, pero tengo claro que lo único que puede hacer que el bipartidismo de este país no funcione como algunos quieren es, que el que gane, no pueda gobernar por sí solo. Para mí eso sería el comienzo del fin. Que los pequeños partidos tengan escaños, pocos, pero que tengan, que peleen y que no dejen que los tiranos se salgan con la suya.

¿Es culpable el sistema o es culpable el pueblo? ¿Son útiles nuestros votos o hay una forma de recuento que no apoya a las minorías sino a las mayorías? ¿Hay transparencia?
Estas entre muchas otras, son las preguntas que envuelven las mentes de muchos y por primera vez en muchos años de democracia, el Movimiento de los Indignados ha conseguido movilizarse a nivel mundial reclamando aquello que no tenemos.

Esperemos que las voces de más de 80 países participantes en la manifestación del pasado 15 de octubre, tengan la fuerza suficiente y nos auguren un mejor futuro.

 Lorena Muñoz Mollá