Erase una vez, una panda de ilusos que tuvieron fe en que la organización de grandes eventos, véase la Fórmula 1, repercutiría muy positivamente a la sociedad valenciana promocionándola en todo el mundo. Esto traería turismo y por ende más impuestos. Hasta aquí todo muy bonito.
Si también hubieran pensado en mejorar las condiciones sociales de la población hubiese sido el súmum. Sin embargo, la codicia política hizo fracasar ese modelo. Y ahora, a los valencianos se nos conoce en todo el mundo, no por nuestro alto nivel de vida, nuestras playas, nuestras montañas.
Se nos conoce por la corrupción, personas mayores sin atender, listas de espera en los hospitales hasta para ser operado, personal docente sin pagar, basura en nuestras calles sin recoger, y un sinfín de cosas. Qué pena! Esto ha sido hambre para hoy, más hambre para mañana.
Hasta los que confiaron en unas personas confiándoles su voto deberían verse avergonzados de todas sus mentiras. Debería existir un indignados PP ya! Eso sí, todos con traje por favor.
MIREIA M. GRUPO G
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