La crisis
también está repercutiendo a las ONG, ya que las donaciones privadas (socios y
empresas) y las subvenciones se están minimizando. La financiación pública
supone el 55% de los recursos de las ONG, por ello, con los recortes en esta materia,
se están debilitando los servicios de estas organizaciones y, por tanto, cada
vez se le ofrece menos protección a la
población más vulnerable.
Ahora más
que nunca estas organizaciones necesitarán del apoyo y el reconocimiento social
para incrementar los recursos que en plena crisis se han ido perdiendo.
La crisis
no ha afectado a la solidaridad ya que el voluntariado sigue firme en todas las
ONG. Por ello, aquello que les queda a éstas organizaciones es la solidaridad
de la gente y en ella hay que apoyarse. En estos tiempos la solidaridad es
esencial, construir valores con el dialogo y la convivencia con los demás.
Cada vez
más la exclusión social se extiende entre la población, con la crisis la
pobreza aumenta y la desigualdad económica es cada vez mayor. Apelando al a
justicia social, las ONG no pueden desaparecer por culpa de la crisis, ya que
estas organizaciones trabajan por una justicia social, para ofrecer las mismas
oportunidades a todo el mundo. En estos tiempos donde los pobres son y serán
más pobres y los ricos son y serán más ricos se debe, mediante las ONG, hacer
algo por la igualdad social y económica. No podemos permitir que las
organizaciones caigan y desaparezcan.
Es ahora
cuando el gobierno debe de hacer hincapié y apoyar a las ONG ya que la crisis
económica afecta la mayoría de la población repercutiendo en nuestros derechos
humanos y sociales. Pero como podemos ver, nuestro gobierno lo que hace es
meter tijeretazo en aquellos sectores más importantes para sociedad como la
sanidad, la educación, etc. Los recortes financieros a la cooperación
internacional para el desarrollo están impidiendo que muchas ONG luchen contra
la pobreza y por la consecución de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio.
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