Hace un par de semanas asistí a una
conferencia de la profesora Marta Llobet Estany, en la Facultad de Magisterio
de la UV, cuyo tema era La Acción Comunitaria y la Creatividad Social. Este tema me
resulta muy evocador sobre todo a la sazón de lo que está ocurriendo en el
estado español en los últimos dos años en referencia a las protestas ciudadanas. Cuando hace un par de
semanas comenzaron las movilizaciones universitarias planteé en la asamblea de
nuestro grupo, que no me parecía muy conveniente desgastar las voluntades y los
ánimos de las personas en el primer round,
pues la lucha tenía pinta de ir para
largo. La sensación de que se está tomando a la ciudadanía por el pito del
sereno parece ir en aumento, por ello ciertamente creo que algunas acciones más
contundentes serían deseables. Parece ser que esto de incomodar de nueve a
cinco no está teniendo demasiados resultados, y si tenemos en cuenta que esta
es la Terreta del Foc, pues como que
lo de quemarse a lo bonzo no creo que
fuera a causar demasiada impresión. Vale entonces ¿qué nos queda?, ponernos a
quemar containers tampoco nos sirve porque nos tidarían de terroristas, o sea
que de barricadas revolucionarias pues como que no. Bien mirado, creo que uno
de los escasos recursos que le queda a
la ciudadanía en materia de protesta, es el del promover acciones colectivas
que apelen a la creatividad y al sentido del humor.
Hace unos meses leía en La Contra del
periódico La Vanguardia un artículo
sobre el “Reverendo” Billy, fundador de The
Church of Stop Shopping (la Iglesia de
Parar de Comprar), en los Estados Unidos. Este señor lidera un coro de góspel,
con el que hace performances y espectáculos callejeros en los que el sentido
del humor y la creatividad son utilizados como vehículo para mostrar las
barbaridades producidas por las grandes corporaciones tipo Starbucks, así como las
consecuencias del consumismo exacerbado de las sociedades occidentales. El
reverendo Billy afirmaba en su entrevista que el sentido del humor deja sin
capacidad de reacción al poder, por lo que cuando él y su grupo entran en
sucursales de bancos o centros comerciales cantando, los responsables no saben
si llamar a la policía o echarse a reír. Cabe decir que el reverendo Billy ha
sido encarcelado en algunas ocasiones por alteración del orden público, pero
estoy segura de que si muchas y muchos tomáramos ejemplo de sus acciones, no
podrían entalegarnos a todas y a todos. Aunque pensándolo bien este gobierno del
PP es capaz de tomar medidas keynesianas penitenciarias con tal de mantener al
público a raya, y ponerse a construir muchas más prisiones de las que ya
tenemos, y encima justificar que las obras públicas generan empleo. Bromas
aparte os diré que llevo ya unos meses calibrando qué tipo de acciones protesta,
además del cante, se podrían llevar a cabo. Os diré que consultando algunos documentos
on-line sobre decálogos de actos de desobediencia civil, encontré algunas
acciones digamos que singulares; La de “oración y rezo” del compendio ofrecido
por hijodelpueblo.wordpress.com, en
concreto no sé a que hace referencia, y la de “marcaje personal” a mí como
propietaria de una perrita, pues me suena a ir meando por las esquinas, o algo
así. Luego está la de “saturación de calcomanías”, vamos que si alguien lo
entiende que me lo explique.
A mí por ejemplo se me ocurrió invadir
algún que otro Mercadona de personas que engulleran todos los alimentos de
dicho establecimiento, desde luego recomendaría el no consumo de alcohol, más
que nada para que la embriaguez no actuara como atenuante de la acción en sí.
Por supuesto tampoco recomendaría el consumo de ningún producto de la
corporación Nestlé (para leer mi artículo pincha aquí), por razones éticas y humanitarias. Tal vez
hordas de gente se podrían reunir para probarse complementos de moda en H&M, Zara
u otro establecimiento del ramo, o realizar una ganchillada popular a la
entrada de les Corts Valencianes para confeccionarle un manto a la Chepe, o
convocar un simposio de danzarinas y danzarines del vientre espontáneos en la Catedral de
Valencia para celebrar el encuentro de las culturas. Eso sí todo ello con
mensaje!!!
Al parecer, si no se incomoda se es invisible. A menudo el
efecto que me provoca ver el recorrido de una manifestación acordonado por
policías, no es el de que la policía esté protegiendo a las y los
manifestantes, sino que los cuerpos de seguridad del estado actúan como dique
de contención para que el optimismo por el cambio social no se desborde. Quizás
lo que os estoy diciendo parezca transgresor, pero estoy de acuerdo con el planteamiento
de la profesora Llobet en que la creatividad social es necesaria como forma de
expresión del malestar de la comunidad, y de las personas. Y yo diría incluso que esta creatividad puede resultar
hasta sanadora. Las personas mediante estas iniciativas, al volver a adueñarse
del espacio público que les pertenece pueden sentirse más libres y más capaces
de emprender acciones comunes que beneficien a todo el conjunto de la sociedad,
pueden ser el espejo de la incomodidad al que no quieren mirar algunos, bien
sea por desprecio, o por puro cerrilismo. Lo peor, o lo mejor de esto –depende del punto de vista en el que
se mire- es que nosotras y nosotros estamos amparados por unas leyes y unos
derechos que no están siendo garantizados por el servicio “postventa”, por lo
tanto no estamos siendo ni tan transgresoras como quieren hacernos creer, ni
tan payasas. Os dejo con esta maravillosa explosión de creatividad nacional por
bulerías“ Bankia, pulmones y branquias”, digo!!!
Salud y RS
By: Meleta De Romer
With a little help from my friends:
- http://hijodelpueblo.wordpress.com/2011/04/09/lista-de-actos-de-desobediencia-civil%E2%80%8F/
-http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120224/54259755588/bill-talen-oh-senor-libranos-de-las-garras-del-consumismo.html
-Foto source: desconocida, via mi amigo Maribel pinchadiscos
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