martes, 27 de marzo de 2012

El PP ataca de nuevo... en materia de derechos sexuales y reproductivos


Hoy he leído una noticia del diario digital El País que me ha chocado bastante y me ha producido cierta rabia.

Alberto Ruiz-Gallardón dice: “la maternidad libre hace a las mujeres auténticamente mujeres”. Con esto se refiere a que, según él y su partido, se debe de garantizar la libertad de las mujeres a ser madres para así ser “auténticamente mujeres”. Ante esto me vienen muchas cosas a la mente. ¿Qué somos las mujeres para nuestro querido Partido Popular? Me hace pensar que sólo somos reproductoras que para sentirnos mujeres tenemos que parir. ¿Y qué pasa con nuestro derecho a decidir si queremos ser madres o no lo queremos ser? ¿Tan poco cuenta nuestra opinión? Y por la misma regla de tres, ¿si una mujer no puede tener hijos ya no puede ser una “mujer auténtica”? ¿Entonces qué es, una mujer “a medias”?

A mi parecer lo que intenta el PP con todo este tema del aborto es que la mujer no tenga ni voz ni voto en el manejo de su vida.


Gallardón habla de “violencia estructural”, un término que utiliza para criticar la política que hasta ahora estuvo llevando el PSOE en materia de maternidad. Alega que las mujeres “ven violentado su derecho a ser madres por la presión que generan a su alrededor determinadas estructuras”. Ante eso el actual gobierno afirma que “protegerá la libertad de la mujer para defender uno de sus valores fundamentales que es la maternidad”. Si nos damos cuenta estamos volviendo atrás en temas de desigualdad de género con este tipo de afirmaciones. Para mi, la libertad de toda mujer y en definitiva de toda persona, es la libertad de elegir el tipo de vida que se quiere llevar, el número de hijos que se quiere tener y cuando se quieren tener. ¡Ya basta de demagogia barata!


El siguiente párrafo pertenece al preámbulo de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo: “El desarrollo de la sexualidad y la capacidad de procreación están directamente vinculados a la dignidad de la persona y al libre desarrollo de la personalidad y son objeto de protección a través de distintos derechos fundamentales, señaladamente, de aquellos que garantizan la integridad física y moral y la intimidad personal y familiar. La decisión de tener hijos y cuándo tenerlos constituye uno de los asuntos más íntimos y personales que las personas afrontan a lo largo de sus vidas, que integra un ámbito esencial de la autodeterminación individual. Los poderes públicos están obligados a no interferir en ese tipo de decisiones, pero, también, deben establecer las condiciones para que se adopten de forma libre y responsable, poniendo al alcance de quienes lo precisen servicios de atención sanitaria, asesoramiento o información.”

Me ha parecido muy interesante ponerlo ya que explica detalladamente que la dignidad de la persona se mantiene con un desarrollo sexual y unas capacidades de decisión libres. Además creo que debería de aplicarse en nuestra sociedad más educación sexual y reproductiva para garantizar un buen desarrollo sexual y prevenir embarazos no deseados, sobre todo en adolescentes. En definitiva garantizar unos derechos sexuales y reproductivos para todas las personas.


Júlia Dimas.

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