La población
catalana anda revuelta y sorprendida frente a los enormes recortes del gasto
público sanitario que ha impuesto el nuevo gobierno de la Generalitat, como
parte de sus medidas para recuperar la
economía,con la finalidad de reducir el déficit y así cumplir los requisitos
establecidos por Bruselas. El conceller Boi Ruiz afirma que los recortes eran
absolutamente necesarios para salvar la sanidad pública,ya que en caso de no
realizarse la sanidad pública acabaría en el colapso.
En medio de la
confusión que siempre aparece en momentos difíciles, si una persona se para a
reflexionar se dará cuenta que estos recortes en realidad, responden a intereses
particulares en lugar de generales(esto es un secreto a voces). Tales recortes,
en un sistema público mal financiado, significan un daño considerable al sector
sanitario catalán.
El gasto
público sanitario per cápita de Catalunya es de 1.410 euros y de 1.744 en
España, són los más bajos de la UE-15 el promedio de la cual es de 2.102, y a pesar del crecimiento muy notable del gasto
durante los últimos años, en que Cataluña estuvo gobernada por las izquierdas,su
PIB per cápita es el 120% del promedio de la UE-15, tiene un gasto público
sanitario per cápita de solo el 80% del promedio de la UE-15. Catalunya se
gasta solo el 4.5% del PIB en sanidad, frente al 6.7% en España y el 7.5% en la
UE-15.
El déficit de la sanidad española es de 15.000 millones
de euros, una quantía que representa la mitad de lo que los propios inspectores
de Hacienda del Ministerio de Economía han indicado que podría corregirse revirtiendo
las reformas que se hicieron en los
últimos años (con el apoyo de CiU) y que
afectarían a solo una minoría de la población.. El boom inmobiliario y el elevado
crecimiento económico en los años de bonanza habían opacado este déficit
estructural del estado, que apareció justamente cuando el boom inmobiliario
estalló.
El déficit no debería
reducirse mediante recortes de gasto
público y menos en la sanidad(que a mi entender es primordial) sino a través de
la reversión de las políticas fiscales que han ido ocurriendo durante estos años y
que a la vista están las consecuencias de la qual.
España,
incluyendo la Generalitat de Catalunya, si quisiera, ya tiene los medios para
corregir este problema fiscal. Es más, hay medidas que serían enormemente
populares como exigir impuestos finalistas para la sanidad grabando el tabaco y
el alcohol, así como exigir a las Mutuas Patronales que paguen los costes de
los enfermos por causas laborales. Pedir a quien corresponda en todo caso, no
recortar . Dudo que algún tipo de alternativas como éstas se hayan considerado
considerando.
Los grandes
recortes que se están llevando a cabo en la sanidad pública catalana se
presentarán como “modelos a seguir” en las otras Comunidades Autonómicas. Y su
origen es la presión que el Estado está recibiendo del FM I y de las fuerzas
conservadoras-liberales que dominan las instituciones europeas. Tales presiones
se presentan como necesarias a fin de “tranquilizar a los mercados
financieros”, fórmula que se también utilizada para justificar los enormes
recortes de no solo la sanidad sino también de la educación pública y otros
componentes del estado del bienestar..
De ahí que el consenso que se está intentando
crear alrededor de la necesidad de aceptar los recortes de gasto público
sanitario y social, sea un intento claramente político y propagandístico,solamente
hay que analizar la publicidad televisiva,creo que se podría hacer un recorrido
por la historia española desde que existen los televisores,recopilando anuncios
publicitarios(no hay nada tan transparente).
No se toman “difíciles decisiones” en interés
de los españoles, sinó en gracia de las conveniencias económicas.¿Estamos asistiendo
a la destrucción del Estado de Bienestar,y lo estamos permitiendo?
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