Después
de los resultados electorales del domingo que con 10’8 millones de votos
proclaman al Partido Popular como partido elegido, podemos decir que los
españoles confiamos a ciencia cierta (sólo hay que mirar los resultados) en que
este partido puede solucionar la difícil situación en la que nos encontramos.
Visto
los resultados, la crisis económica ha favorecido en gran medida el hundimiento
socialista y ha conducido al partido de Mariano Rajoy a tener el control
absoluto del país, pues después de las elecciones del domingo, el PP cuenta con
el mayor poder que ha tenido un partido desde 1982.
La
mayoría absoluta que han obtenido se ve también en el mapa político español: el
PP gobierna en 11 de las 17 autonomías, fácilmente lo logrará en Andalucía y
cuenta con el control de casi todas las capitales de provincia.
Podemos
hablar pues, de que el PP se convierte en lo más parecido a un partido único,
por lo que se puede decir que la responsabilidad del país ahora irá toda a su
cargo.
Es
necesario que empiecen a tomar decisiones importantes, expliquen sus propuestas
electorales (no quedan del todo claras y son un tanto ambiguas), hagan
presupuestos…
Como publica hoy el periódico El País: “El nuevo Gobierno
tendrá 15 días para decidir sobre el alza salarial a 8,5 millones de
pensionistas y la nómina de 3,1 millones de funcionarios”.
Así
pues, tendrán que tener en cuenta entre otros los siguientes puntos de índole económica,
sobre los que “han dejado entrever” en su programa electoral algunas medidas:
-
presupuestos
y recortes: perfilar los
presupuestos generales del Estado y como recortar 16.000 millones de euros de
gastos para cumplir con el 4’4% de déficit sin que afecte ni a la educación ni
a la sanidad. En un principio pretenden suspender organismos autónomos que creen
inútiles en la administración y despedir a no sabe cuántos empleados de
empresas públicas.
-
financiación
autonómica: decidir la cuantía de las
entregas a las comunidades para que los Gobiernos regionales se administren.
-
reforma laboral: el PP apuesta por una reforma laboral que incentive
la creación de empleo, reduciendo básicamente el número de contratos y
flexibilizando la negociación colectiva.
-
ayuda de 400
euros a parados: deben decidir si prorrogan
la ayuda económica para parados sin ingresos. Lo único que han dicho es que van
a bajar las prestaciones por desempleo porque va a haber menos personas con
derecho a cobrarlo.
-
inversiones
y obras públicas: en un principio
no pretenden invertir en infraestructuras, sino dar prioridad a las que ya
están hechas.
En fin, tenemos que esperar y ver como actuará el
nuevo Gobierno ante los puntos expuestos y confiar en ellos para que dirijan el
destino de España.
Si nos resulta difícil, propongo que miremos los
resultados de nuevo y nos conformemos, pues hayan llegado al poder por los
motivos que sean (el colapso del PSOE ante la situación del país, la propaganda
electoral que veíamos a todas horas estos días en la televisión, la indecisión que
tenía la población, así como, pues no se va a negar, la confianza que tienen
muchos ciudadanos en ellos) ahora ya es demasiado tarde para preguntarnos si
hemos acertado.
Es mejor pues no plantearse, que si bien estamos
descontentos con como ha actuado el PSOE estos años, los españoles hemos votado
dando la mayoría absoluta a aquel partido que nos llevó a la guerra de Irak,
nos tuvo engañados sobre los autores del 11-M y empezó la burbuja inmobiliaria
que ha explotado más tarde produciendo graves problemas económicos.
Clara Beltrán
Grupo G
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