La sonrisa es un gesto innato, no se aprende simplemente se hace y es por ello que todo el mundo tiene la capacidad de producirla.
Alguien que sonríe francamente, da la sensación de ser una persona amable y positiva y, además, transmite una sensación de bienestar consigo mismo y con los demás.
La sonrisa es contagiosa, motiva a los demás a ser felices y a no estar deprimidos, mejora al instante el estado de ánimo de las personas y las relaciones.
Hay personas que piensan que no hay tiempo para sonreír y estar alegre, pero está más que comprobado que las personas que realizan sus actividades con entusiasmo las hacen de mayor calidad y, a veces, hasta lo hará en menos tiempo.
A pesar de esto, no todo el mundo lo hace aunque no se les puede culpar porque el estrés, el trabajo, la falta de tiempo, las presiones sociales, etc., que están más que vigentes en la actualidad, han adquirido tanta fuerza que, a veces, resulta casi imposible sonreír.
Pero, como bien dice un proverbio chino, “Si alguien está tan cansado que no pueda darte una sonrisa, dale la tuya”. Es importante aprender a decirle a las personas lo bueno que tienen para potenciar sus virtudes y no recalcar lo malo sólo porque, parece que es en lo que nos estamos centrando más últimamente y, como podemos comprobar, no es muy productivo. Si fuésemos un poco más amables y positivos, seguro que todo nos iría mejor.
Por último, hay algo que no nos debe de pasar por alto y es que, muchas veces, todas aquellas personas que dedican su vida a hacer felices a los demás no obtienen nada de aquellos a quienes animan día a día y eso demuestra el grado de individualismo que hemos alcanzado en nuestra sociedad.
Raquel Gimeno.
Carlos Martí La Peña.
Me ha encantado vuestra aportación. Además, no he dejado de sonreír. Gracias!
ResponderEliminarSandra Muñoz Siges
Leí una vez un texto hablando de la sonrisa, y, desde entonces (hace ya años), tengo siempre muy presente el valor que tiene la sonrisa, ya sólo con sonreír a las personas que conoces, muchas veces no es necesario decir nada, pues la sonrisa ya ha dicho todo, dedicar sonrisas a otras personas que nos prestan servicios (teniendo en cuenta lo duro que es trabajar cara al público largas horas)resulta gratificante para ellas, pues da energía, en definitiva, es muy bueno recordarnos de vez en cuando lo poco que cuesta sacar una sonrisa al mundo, y lo mucho que se agradece, no dejéis de sonreír, una sonrisa a todas horas y veréis cómo engancha!!! :D
ResponderEliminarUn Saludo! Sheila Romero