¿Vamos para atrás con el Plan Bolonia?

Como sabemos, desde el curso 2009/2010, en España se han incorporado los nuevos planes de estudios del Plan Bolonia.

La nueva configuración de los planes de estudios, en la que ha habido que reducir un curso en muchas carreras universitarias, ha provocado que no se hayan integrado las asignaturas de género.

¿Hay alguna ley que garantice la inclusión de materias de género en el ámbito de estudios superiores? ¿Qué o quién es el culpable de esto? ¿Qué conclusión podemos sacar?

Efectivamente, existe una ley que debe garantizar que las materias de género se incluyan en la docencia universitaria, y ésta es la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Según dicha ley “las universidades deben incluir y fomentar en todos los ámbitos académicos la formación, docencia e investigación en igualdad de género y no discriminación de forma transversal”. Sin embargo, esto no lo vemos reflejado en la realidad de las universidades españolas, puesto que parece que se está prestando poca atención a la inclusión de materias que recojan lo citado anteriormente.

Cabe a destacar que existen algunas excepciones y, la Universidad de Valencia es una de ellas. En 2008 se logró que se aprobase su propuesta de integración de estudios de género en los títulos de grado. Así, por ejemplo en el Grado en Trabajo Social, en el primer curso se imparte la materia “Igualdad de Género y No Discriminación”.

Es sorprendente que, en España, exista un único Grado en Igualdad de Género. Éste puede realizarse en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC).

La causa de todo esto, podría ser, que no existen departamentos de género en las facultades y, por tanto, la configuración de los planes de estudios queda a cargo de las juntas de facultad que en su mayoría están integradas por hombres.

Según Fátima Arranz, profesora universitaria, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación también es en parte culpable de la situación en la que nos encontramos, ya que argumenta, que dicho organismo debería de haberse preocupado porque se aplicaran las recomendaciones de la Ley de Igualdad.

En mi opinión, las materias de género, en general, no son consideradas necesarias. Esto lleva a que, en el caso de que sea imprescindible hacer recortes en créditos, sean las materias dedicadas a ello las que tengan mayores posibilidades de ser eliminadas.

Creo que esto es un retroceso, y deberían buscarse soluciones alternativas que no afectaran a dichas materias. Hemos de concienciarnos de que la formación en igualdad es de vital importancia y por tanto, debe ser prioritaria, ya que su aplicación práctica es realmente útil para la sociedad.

De otro lado, he de decir que me parece mucho más oportuno y ventajoso que dicha formación sea implantada en estudios obligatorios (colegio e instituto), puesto que las nuevas generaciones de este modo podrían tomar conciencia desde bien pequeños de ello. Así, se debería aplicar de forma gradual adecuándose a la edad, una educación basada en la igualdad de género que permitiera poner las bases para la existencia de una sociedad igualitaria y no discriminatoria. 

Por: Aida Giménez.