El drástico aumento de las tasas universitarias en un contexto como el actual, en que la crisis está siendo pagada por las clases menos favorecidas es un nuevo ataque al ya precario estado de bienestar por parte del gobierno.
En un momento tan crítico como el que estamos viviendo, los servicios públicos deben estar garantizados, y la Universidad pública debe estar asegurada a todos los jóvenes que quieran acceder a ella con independencia de su capacidad económica para promover la igualdad de oportunidades.
El aumento de tasas es uno de los pasos a seguir para un futuro; pretende imponer una universidad, una privatización y una mercantilización de la universidad pública.
Sin embargo, nuestra educación debe construirse sobre la base de formar pensamiento crítico y social, y no dirigida por los intereses económicos de las empresas.
LOLA FRANCO ESTRUCH.
04- MAYO-2012.
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