sábado, 1 de octubre de 2011

Escacs. Mueven las negras.

No pretendía captar atención. No hace falta.
A continuación me dispongo a hablar del capitalismo, ese gran amigo del no-hombre que gobierna, existe, persiste y embiste al pueblo, que juega su particular partida de ajedrez día a día con semejante ''titán'' venido a más por los hechos cuando realmente debería estar venido a menos por la cruda realidad. Remito mis palabras a  la expresión no-hombre para definir el término como masa de carne con capacidad de respirar e interactuar con los seres humanos mientras basa su banal existencia en obtener el máximo beneficio aún a costa de la muerte de miles de personas y de las miserias de otros millones, sin escrúpulo alguno o efecto de causa humano'', intentando no caer en generalismos sexistas, lo cual sería otro tema a tratar.
Centrémonos pues en el tema de este virtual lugar donde exponer opiniones y verdades, que no es otro que la política social. Para hablar de política social se puede hacer referencia a una grandísima variedad de asuntos cuya temática para nada baladí alimenta los debates en cámaras gubernamentales, algunas calles y pasillos universitarios, pero esta vez no vamos a hacer referencia al marco teórico donde se mueve, sino a la realidad. La realidad es que el grueso de la población no sabe definir lo que es política social como término, una política social como plan de acción y las consecuencias o beneficios de las mismas.
Es por ello que todos esos beneficios obtenidos de la lucha de personas que viven en el mundo desarrollado y explotador de continentes al parecer del sistema capitalista más débiles pero ricos en recursos para materializar la sociedad utópica en la que no exista el mal y predomine el bien al son del discurso religioso del territorio en cuestión son en realidad un modo de evitar muertes y putrefacción social y facilitar el individualismo, el conformismo y la obsolescencia activa, principios del sistema capitalista de esos que nunca saldrán por televisión.
La gente acepta el capitalismo, vive el capitalismo y alimenta el capitalismo. La sociedad postfranquista ha vivido un episodio esquizofrénico en el cual este sistema les ha facilitado las cosas, les ha resuelto problemas; distintos mecanismos de gobierno han ido superponiéndose a distintas dificultades que aunque no han sido capaces de remediar siempre han sido bienvenidas por la población, ansiosa de recibir mayores facilidades en su modo de vida utópico e insostenible que parecía no tener fin: mi cerebro consumista establece un objetivo, el capitalismo me proporciona los medios para su consecución y yo le vendo mi alma al diablo bancario para satisfacer a mi yo más primitivo. Empeño mi vida trabajando con contratos basura y economia sumergida para satisfacer el alimento especulador bancario que se enriquece a costa del óxido que salpica mi lomo al doblarse y todos contentos. Hasta que me explota en la cara.
Tal vez la gente siempre ha vivido el conformismo del sistema capitalista como algo correcto y aceptable presa de la manipulación y la ignorancia, ignorancia de otros sistemas con los cuales quizás el mundo funcionaría mejor, decisión que dejo a libre albedrío de cada cual.
Ignorancia, bendición humana, maldición social. ¿Qué pasa ahora, en plena recesión económica, con la ignorancia? que se convierte en la prenda que la sociedad quiere dejar de vestir porque se hace mayor. Nos da la misma vergüenza el ser ignorantes que el llevar aparato dental con 8 años. Minipunto para el equipo de los afectados. El hecho de que ya no se ensalce al fracasado escolar, que no se condene al disidente (salvo sectores de la población no afectados por la crisis, al cuidadano próspero le da igual la situación de los demás, vive su individualismo y se retroalimenta del capitalismo aún vigente) es un paso adelante en la humanización de las personas. Ahora que el mundo tal como se conoce pende de un hilo, ahora que nos hemos cansado de que el tío Sam se disfrace de carnicero al son de ''meto cuchillo, saco tripa'' porque no hay nada más que sacar. La cuidadanía empieza a darse cuenta de la estafa a la que ha sido sometida, ahora que el error militar de dejar a las personas tener estudios por parte del sistema capital se hace palpable, aquel que pasó años de su vida en aulas semivacías y cafeterías universitarias se da cuenta de que no tiene futuro. La gente sale a la calle. Tranquilidad, aquí aún no pasa nada.

Se crea el 15M, movimiento de resistencia pacífica; y protesta ante la situación que se vive. Aparecen otras organizaciones como anonymous y attac, buscando establecer lo que en teoría debería ser. Ahora es cuando nos acordamos de los derechos y la política social, después de haber estado siempre criticando por ejemplo a sindicatos por su acción poco determinante en el cambio social, económico y político, así como a cualquier derecho obtenido con sangre y sudor por otros pero que a el demandante peculiar no le reporta( o eso cree) ningún beneficio. Já. La risa es saludable, quédense con eso.
Empiezan manifestaciones. No violencia. No violencia: Manos arriba, estas son nuestras armas. Lo intentamos, lo intentaron, lo intentan. A es@s valientes jamás se les podrá reprochar nada, lucharon y se impusieron a la cobardía mayoritaria. Un servidor se quita el sombrero por aquellos que realmente se indignan por cada injusticia, que luchan por el cambio.
Pero es hora de hacer balance. Desde el 15 de mayo luchando activa y pacifistamente contra el enemigo capitalista, sí, he dicho enemigo. Porque un sistema que incentiva y perpetúa la desigualdad social, permite a gente especular con el trabajo de los demás y se defiende con manos invisibles mercantilistas (vamos, elogiad a la cobardía) es un enemigo, contra la raza humana y contra la galaxia si se me permite exagerar a estas alturas como a ellos con sus mentiras.
Por otro lado están los gobiernos, los caballos de esta partida. ¿Qué hacer ante semejante incompetencia gubernamental? no pasa nada, mandamos, siempre nos quedará la violencia. Es el único medio de imponer algo cuando se ha perdido la razón cívica. Como verdugos, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Razón llevan en su nombre y lema ya que protegen y sirven a los intereses del estado, no del pueblo. Mercenarios capaces de golpear y disfrutar por gusto, dejando claro quién es el superior y a quién ampara la su ley. SU LEY. Demasiados referéndums obviados, demasiados asuntos turbios. Ante todo esto, sólo puede pasar una cosa.
Quede claro que esto no es una apología de la violencia, ni del terrorismo ni de cualquier otra flaqueza a la cual pueda intentar apelar alguien a quien no le resulten agradables mis palabras. Esto es una advertencia. No ha habido hasta la fecha ningún cambio social sin violencia. Ninguno. La masa indignada se cansa de recibir golpes de los opresores, tanto físicos como psicológicos a nivel de derrotas parlamentarias y pucherazos judiciales. Esto es algo que puede ocurrir, quién sabe, guerra civil, revueltas, caos. A este ritmo va a ocurrir. Tíldenme de catastrófico, yo lo llamo realismo. De momento, el pueblo empieza a entonar cantos. Va a empezar el baile .
Empezaron las blancas, ahora mueven las negras, el poder del pueblo.

José Manuel Cañas

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