jueves, 27 de octubre de 2011

QUÉ PRIMA MÁS, ¿LA ESTÉTICA O EL SABER?

El pasado jueves día 20 saltó una  noticia que escandalizo a la comunidad científica valenciana y al resto de ciudadanos. El único centro de investigación científica de Valencia, el Príncipe Felipe, sufrirá un ERE (expediente de regulación de empleo) por parte del mismo, que afectará a 108 trabajadores. Ya que no contempla un plan de viabilidad claro, puede provocar "que dentro de dos o tres meses haya que hacer otro ERE para cerrar el centro".
El recorte incluye el despido de medio centenar de contratados que estaban en su tercer o cuarto año de la tesis doctoral, que quedará interrumpida, y a otro medio centenar de becarios que estaban en sus primeros dos años de doctorado.
El ajuste en el centro llega después de que la Generalitat haya rebajado el presupuesto de funcionamiento del centro, que subvenciona en su totalidad, de 9,8 millones en 2009 a 2,2 millones en 2012. Es curioso y alarmante que el mismo día que se presentaba el ERE Alberto Fabra, presidente de la Generalitat, presumiera de forma exagerada del apoyo de su administración a la investigación: “Desde la Generalitat llevamos muchos años apostando decididamente por la ciencia, la investigación y la innovación, incrementando sus recursos, incorporando talento y transfiriendo conocimiento a nuestros sectores productivos", afirmó en el acto de entrega de los premios Rey Jaime I.
La dirección del CIPF (centro de investigación  Príncipe Felipe) ha propuesto dos expedientes. El primero afectaría a la suspensión de empleo de 108 trabajadores de los 245 que integran el centro. Además, no contento con ello, quedarán suprimidas 14 líneas de investigación de un total de 26 y 16 laboratorios. El segundo de los expedientes propone un cambio en las condiciones de trabajo de la plantilla que quede tras los despidos. En concreto, se centraría en rebajas salariales que supondrían un ahorro para el centro de 1,6 millones, según Pulido.
En mi opinión, me parece triste que un centro que tenemos destinado para la investigación e innovación de la ciencia, y además, para la preparación de futuros científicos, especialistas en la biotecnología o biomedicina no sea motivo suficiente para seguir apoyando su financiación de la manera que lo hicieron en un principio y si destinar dinero que no se tiene a otras cosas.
Entiendo que debido a la crisis mundial haya que ajustarse más los “bolsillos autonómicos” con respecto a todas las financiaciones que lleva a cargo la Comunidad Valenciana.  Siguiendo esta línea deberían haberlo hecho también con la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con la copa América,  con el circuito de la Formula 1 en Valencia, también gastarse millones de euros en flores naturales para el Puente de las Flores incluso financiar un proyecto de 15 millones de euros en las futuras torres de Calatrava en el que desconocen su viabilidad.
Por cosas como estas, no es de extrañar que seamos la comunidad autónoma más endeuda de toda España con una cifra que asciende a  20.547 en junio de este mismo año. Con esta considerable cantidad de dinero se ha despedido Francisco Camps y ha dejado a Alberto Fabra, el nuevo presidente, una Generalitat con casi el triple de deuda que la que él heredó de sus predecesores Eduardo Zaplana y Jose Luis Oliva.
Suena irónico que en el mismo día quede en contradicción lo que dice un político con lo que se hace realmente. Por un lado, cara al público comentan que apuestan por la innovación y la ciencia de una forma satisfactoria, pero por otro, resulta que han ajustado la inversión para este centro. Esto repercute a numerosos trabajadores, y no solo a estos, sino a los estudiantes de las carreras que se dedican a la investigación puesto que han cerrado numerosos laboratorios. Estos mismos, los estudiantes, han convocado una manifestación para el próximo día 5 de noviembre en la Plaza del Ayuntamiento. Uno de los motivos de la protesta, aparte de estar en contra con las medidas que se han llevado a cabo, es que puedan utilizar esos laboratorios para poder realizar sus prácticas y sus tesis.
 Critican el gran gasto en instalaciones de última generación, las cuales terminan cerrándose impidiendo el disfrute de estas. Se niegan a que su única oportunidad laboral profesional en Valencia se vea interrumpida.

 Por último, cabe destacar la opinión del  ex director científico del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, Carlos Simón, galardonado con el Premio Rey Jaime I en Investigación Médica, que considera "lamentable" y "terrible" que se vaya a realizar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en el CIPF, que afectará a 108 trabajadores, y confía en que la situación pueda "reflotar" de alguna manera y que este hecho "no quede en nada".

Mireia M.

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