sábado, 23 de abril de 2011

ZELIG. EL HOMBRE CAMALEÓN

En la sociedad en que vivimos, en la cual, cada vez más, si un@ no hace o no piensa como la mayoría (al menos la mayoría de las personas que le rodean, su círculo más próximo), o no actúa como se supone que debería hacerlo por su edad, sexo, etc., directamente se es tildad@ de “rar@” y automáticamente marginad@ se es y excluid@ te sientes. En mi opinión tod@s deberíamos luchar contra esta realidad pues cada un@ es libre de elegir cómo quiere vivir su vida, siempre que con ello no dañe a nadie, así como también de elegir su pensamiento.

La base de la sociedad habría de ser el respeto hacia todos los individuos que la componen, pese a que piensen y actúen de forma distinta a la que (creemos) lo haríamos nosotros y nosotras.

Si esto se diera, nadie sentiría la necesidad de comportarse como Zelig y buscar la seguridad de sentirse y convertirse en lo mismo que las personas que nos rodean. No asumiríamos como seguro el sentirnos como los demás, pues no necesitaríamos serlo para recibir su aprobación.
Asumamos las diferencias entre las personas, aprendamos de ellas y valorémoslas como algo positivo y enriquecedor y no como un defecto y algo a erradicar.
De nuevo, APRENDAMOS A RESPETAR.
Aída Fabra Jiménez de Laiglesia

No hay comentarios:

Publicar un comentario