jueves, 15 de marzo de 2012

“¡Eres verbo!”

(y resulta que el verbo es acción). 

Será que acabo de ver la película española “Verbo”… pero encuentro una estrecha relación entre su mensaje y el artículo que os adjunto en forma de link: 


La película, transmite un mensaje claro (aunque destinado a un público adolescente): “Sé tú el cambio. La conciencia debe dar paso a la palabra y la palabra a la acción”. Y quizás haya que aprovechar esta época de crisis, para plantear nuevas formas de democracia y de acción (ya están planteándose, de hecho).

Creo además, que esta forma de urbanismo colectivo de la que se habla en la noticia tiene el mismo espíritu que el del Trabajo Social (Hay que enseñar a no depender de una subvención, dice uno de los implicados en el proyecto). Me explico. Los trabajadores sociales no somos “asistentes” sociales, sino que tenemos un objetivo que va más allá: ofrecer a los individuos la autonomía que necesitan para convertirse en agentes activos de su propio cambio; y en este sentido, en la búsqueda de la autonomía, nuestra actividad o nuestro objetivo es similar al de los individuos de este proyecto.

El artículo no habla de independencia del Estado, no habla de anarquía, sino de no quedarse esperando que el cambio venga en forma de reformas promovidas desde arriba.

Si la política es “la actividad humana que tiene como objetivo gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad” (como dice Wikipedia), la actividad política debe ser construcción de todos y debe de surgir de las necesidades de los individuos. La nueva democracia que debemos construir tiene que dirigirse desde abajo hasta arriba en forma de reclamos para volver hacia abajo en forma de reformas, decretos, soluciones. Lo que falla hoy en día es el primer paso. ¡Y aquí estamos!, buscando formas de subsanar ese paso para introducir nuestra participación en la política.

Igual que los arquitectos madrileños de uno de estos barrios aseguran que “tenemos que servir ahora para entender los espacios, escuchar a la gente y construir con ella según sus necesidades, creo que los futuros trabajadores sociales debemos estar alerta aprovechando esta época de crisis (en plural) para acercarnos a las diferentes realidades de nuestra sociedad, escuchar las nuevas necesidades y proponer y promover nuevas acciones de cambio que quizás tengan que desvincularse de la administración estatal para acercarse de nuevo (como los primeros settlements) a la realidad de calle.

Quizás, tal cual están las cosas, lo más sensato sea ser nosotros (futuros profesionales) “verbo”; ese “primer paso” del que hablaba, que consiga que la democracia sea más participativa y alcance a todos por igual.

Quique Viosca Tornero

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