Uno
de los principales problemas con los que todavía nos encontramos las mujeres en
la actualidad, es el sexismo dentro del ámbito laboral. Partiendo de la base
del estereotipo que ha marcado siempre la sociedad de que la mujer se debe
quedar en casa cuidando del hogar y de los hijos, podemos destacar que hemos
evolucionado mucho respecto a esta mentalidad, sin embargo, todavía hoy vemos
ejemplo de ese ideal machista cuando en las entrevistas de trabajo, a las
mujeres se les realiza preguntas de su vida personal que no vienen al caso,
como por ejemplo si esta casada o si está pensando en tener hijos. Preguntas
que jamás se realizan a un hombre.
Después
de todos los esfuerzos y sacrificios que las mujeres han hecho para hacerse
un hueco en la sociedad machista que las ha torturado durante años, todavía
estamos en desigualdad de condiciones.
Se
ha demostrado que en las universidades hay más mujeres que hombres y además,
las mejores notas son otorgadas a ellas y sin embargo, son muchos más los hombres
que ejercen cargos directivos que las mujeres, y las que los asumen
mayoritariamente son solteras, divorciadas y que además no tienen hijos.
Habiendo mujeres de elite que no han logrado conseguir altos cargos por estas
condiciones. Además también es un hecho comprobado que las mujeres ganen menos
que los hombres y que tardarán una década en ganar lo mismo.
Además
de todas estas injusticias y desigualdades, el colmo es tener que sufrir
comentarios nefastos como “ si está ahí es porque ha mantenido relaciones con
su jefe”. Esto todavía pasa en pleno siglo XXI y es vergonzoso. Pero más
vergonzoso aún es que empresas aeronauticas como Air Nostrum prohiban a las
azafatas ir con pantalones y obliguen que la falda se les acorte 5 cm. Pero más
bochornoso e indignante es que en Alemania los jueces emitan POR LEY que los
empresarios puedan decir a las empleadas de que color llevar el sujetador!!!!!!
Son datos que nos deben preocupar, pues
después de todas esas mujeres luchadoras por una sociedad igualitaria y no
discriminadora hacia la mujer, no estamos ni en el punto medio de donde deberíamos
estar.
Post de: Sheila Agustí.
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