miércoles, 18 de enero de 2012

"CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE" (1973) Richard Fleischer





“Cuando el destino nos alcance” es una película ambientada en el año 2.022, la cual presenta una sociedad basada en la superpoblación, en donde la pobreza prima en las calles debido a la degradación del medio ambiente y a la inadecuada utilización de los recursos y de la tecnología disponible en nuestro planeta. Se han agotado los recursos naturales y los recursos alimenticios tales como la ganadería y agricultura. Las personas viven en la extrema pobreza, no tienen comida ni casa donde alojarse: mendigan y se mueren de hambre. Solo sobreviven gracias a garrafas de agua y un alimento llamado “soylent green.”

Conforme va transcurriendo el film se descubre que “Soylent green” son unas pastillas que están compuestas por materias y sustancias procedentes de  seres humanos. Con esto, el director consigue transmitir una visión apocalíptica sobre la degradación ambiental que afecta a todo el planeta, hasta el punto de comerse a los muertos.

Además, dadas las altas tasas de mortalidad y a la hambruna existente, construyen unas salas donde la gente acude a morir de forma más placentera que en las calles por la falta de comida.

Para poner en marcha todo este proceso apocalíptico se cuenta con la ignorancia total de la sociedad. La gran mayoría vive en suma pobreza deambulando por las calles sin tener un criterio ni una toma de conciencia sobre lo que está pasando. No pueden revelarse. Los cuerpos de policía están en todo momento vigilando el ambiente desesperanzado y asfixiante que se respira en la ciudad.

Así pues, la película nos ofrece una dosis de individualismo y avaricia. Cada uno de los ciudadanos mira por su supervivencia, el resto de las personas no les importa. Quieren vivir y hacen lo que sea para no morir.
La película muestra un desequilibrio atroz contrastando importantes avances tecnológicos con una grave escasez de recursos.


¿Qué nos hace pensar esto?
Pues bien, esta película ha conseguido hacerme reflexionar sobre la situación global en la que nos encontramos y sobre el futuro que está por llegar.

Esta situación se debe al consumismo a gran escala de la sociedad contemporánea. La tecnología y la ciencia avanzan a pasos agigantados, sin embargo la naturaleza y las materias primas tienen un límite, y este límite ha llegado por el agotamiento de los recursos naturales. Esta película nos enseña que debemos cuidar bien todo lo que tenemos, que malgastarlo solo nos conduce a una grave crisis de recursos  fruto de un consumismo desmesurado que  compromete los recursos naturales.

Así, como dice la película, consumir más no es lo mismo que consumir mejor, ya que puede ser tremendamente perjudicial tanto para la salud física y psíquica como para el entorno.

El individualismo que prima en la sociedad actual y las medidas gubernamentales que se están llevando a cabo no hacen sino que fomentar más un sistema que cae por su propio peso.

La eliminación de los servicios públicos y su consecuente privatización, sumado al desempleo y a la precariedad laboral solo fomenta la pobreza y la exclusión social.

Si eliminan del sistema el Estado de Bienestar, la gente cada vez será más ignorante, pues solo podrán recibir una educación los ricos; también la esperanza de vida irá en detrimento, ya que solo podrá acudir al médico quien tenga capital para ello; los servicios sociales serán un mito y así podría continuar con derechos tan fundamentales como la vivienda o la justicia, o la pérdida de valores como son la igualdad o la solidaridad.
En definitiva, la pobreza será la protagonista de nuestros días.
¿Vamos a permitir que esto pase?

Concluyendo lo anteriormente citado, como no hagamos algo para cambiar esta (nuestra) sociedad, me temo que la ficción no está tan lejos de convertirse en realidad.



Celia Martínez Baena
Grupo G   /   3er Curso
Grado en Trabajo Social

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